El primer lugar que viene a la mente para rentar desde un departamento hasta un vientre es el mismo: Facebook.
Desde que Europa prohibió la subrogación de útero, México, mediante las redes sociales, se ha convertido en un paraíso de «renta de madres», incluso desplazando a países como Tailandia, de acuerdo con expertos.
Sonia*, una argentina de 30 años, así encontró el útero donde hoy crece su hijo. «Yo quiero alquilar un vientre», escribió en el grupo ‘Madre subrogada. Vientre en renta’. Otra usuaria, Andrea, respondió un día después: «Hola te mandé inbox». Dentro del vientre de Andrea, una mexicana con dos hijos propios y 23 años de edad, hoy crece el hijo de Sonia.
Hay tres tipos de subrogación: En donde la pareja que contrata aporta óvulo y espermatozoide y la madre sustituta recibe el embrión en su útero con la finalidad de llevar a cabo la gestación y el nacimiento; cuando la madre portadora aporta su óvulo, el cual podrá ser inseminado con el esperma de la pareja que contrata o de un tercero anónimo o conocido (en este caso no se trataría sólo de una mujer que alquila su vientre, sino que es además madre del bebé); y donde el material genético es aportado por individuos (ambos o sólo uno de ellos) ajenos a la pareja contratante y la madre portadora cede su útero.
Con excepción de Sinaloa y Tabasco, en México la figura de madre subrogada no ha sido regulada. Hasta ahora alquilar un vientre no es ilegal, pero tampoco legal, simplemente no se han decidido los marcos legales por los que se deberá regir el alquiler de úteros. Esto debido a que luego de más de dos décadas de debates éticos al respecto, los legisladores mexicanos no han logrado un acuerdo. Hasta ahora Coahuila es el único estado que lo prohíbe por ley.
En Tabasco y Sinaloa, donde la subrogación de vientres maternos está regulada y aceptada, el código civil requiere que la Secretaría de Salud «determine el perfil clínico, sicológico y social de la madre gestante previo a su contratación para comprobar que su entorno social sea estable, libre de violencia y su condición física sea favorable para el adecuado desarrollo de la gestación». Además se determinó que la gestación subrogada sólo puede ser contratada entre mexicanos.
La diferencia entre Tabasco y Sinaloa es que el primer estado limita el derecho de acceso a los procedimientos de reproducción asistida «únicamente a las parejas heterosexuales de mexicanos que demuestren tener problemas para concebir de manera natural».
Lo que estos estados están intentando prevenir es justo lo que ha estado sucediendo en el resto de México: la explotación, desprotección o el riesgo de muerte por procedimientos insalubres.
De acuerdo con el Early Institute, una asociación fundada en 2006 con la misión de garantizar entornos de bienestar para menores, cada año unas 800 parejas españolas contratan vientres de alquiler en el extranjero, mayormente en México.
La organización mexicana asegura que, debido a que la maternidad subrogada está prohibida en países como España y Argentina, se están volcando hacia México, donde además la falta de regulación lo hace barato.
Mariana Dobernig, coordinadora de la Licenciatura en Derecho en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, conoce de cerca el tema: sus tesis de maestría y doctorado han sido sobre este fenómeno. La académica asegura que desde que varios países en Europa prohibieron la subrogación de vientres, México y Tailandia se volvieron «paraísos» para este tipo de prácticas.
«Después de que países como España, Alemania, Austria e Italia cerraran sus puertas a la renta de vientres, los extranjeros comenzaron a viajar a México y a Tailandia para tener un hijo», explicó Dobernig.
Lo mismo explica la senadora priísta Mely Romero Celis, quien el año pasado presentó una iniciativa de ley para prohibir la maternidad subrogada en el país.
«Las agencias de subrogación que antes estaban en India o Tailandia ahora se están viniendo para México porque aquí no está prohibido. Quieren mujeres vulnerables a quienes les ofrecen dinero, pero hay ocasiones en que prácticamente las secuestran», explica Romero.
Esta situación de vulnerabilidad económica es en la que se encuentran cientos de mujeres que ofrecen su vientre en Facebook. Las usuarios van desde los 18 años hasta los 35, muchas de ellas aceptan necesitar de un apoyo económico y en algunas ocasiones lo han hecho ya más de tres veces.
Mercedes, una chica de 27 años escribe: «Por motivos económicos alquilo mi vientre. Soy mujer sana sin ningún vicio».
Lo mismo Luna: «Hola yo alquilo (mi vientre) por motivo económico», luego deja su número telefónico.
Cristina, una joven de 25 años, pide 120 mil pesos. Entrevistada mediante la misma red social, explica que lo ha hecho dos veces antes, que es muy sana y 100 por ciento confiable.
«Soy seria, nunca creo lazos emocionales con el bebé y me cuido mucho durante el embarazo. Pido 120 mil pesos como apoyo económico», dice.
A pesar de lo que la senadora Romero Celis y la académica Dobernig explican, hay quienes ven el otro lado de la moneda: las parejas homosexuales o con problemas reproductivos consideran esta opción «una bendición».
Federico, de Guadalajara, dice que Facebook fue su mejor opción para hoy tener a su único hijo.
«Mi pareja y yo no podíamos tener hijos por motivos de salud; ella no podía, pues», cuenta. «Pensamos en agencias pero cobran muchísimo y en Facebook nos enteramos de un grupo. Envié y me enviaron varios inbox hasta que encontré a la indicada, una chica de Tijuana, joven, y que era la primera vez que lo hacía. Todo salió en orden, hicimos la inseminación en una clínica de la Ciudad de México y ahora tenemos a nuestro hijo. Fue toda una bendición», explica el mexicano de 35 años.
A pesar de que la práctica no está regulada en la Ciudad de México, la mayoría de las clínicas privadas aceptan llevar a cabo la inseminación artificial.
Fuente: Vice
c.c.
alquiler facebook México tailandia vientre
Last modified: 18 abril, 2016