El titular de la dependencia federal, Guillermo Haro Bélchez alertó que los seis verificentros que fueron clausurados en Puebla habrían emitido hologramas a autos contaminados
Fuente: Diario Cambio/ Luis Alberto Cataño R.
El cierre voluntario de los verificentros para “actualizar su software” no los exime de ser auditados por la Profepa y en caso de encontrárseles anomalías proceder a su clausura, advirtió Guillermo Haro Bélchez, titular de la dependencia.
Además, alertó que los seis verificentros que fueron clausurados en Puebla pudieron haber emitido hologramas a autos contaminados y reprochó a los seis gobiernos que forman parte de la Megalópolis, haber engañado al gobierno federal, ya que hicieron creer en que estaban listos para la nueva norma emergente vehicular y resultó que no.
En una conferencia de prensa que ofreció a medios nacionales en oficinas centrales, el titular de la dependencia, Guillermo Haro Bélchez explicó que aunque hayan colocado los sellos en los establecimientos, mientras se regularizan, éstos sí pueden ofrecer el servicio a vehículos modelo 2006 y de años posteriores.
De los 17 centros de verificación que operan en la entidad, ya supervisó un total de diez, de los cuales, seis fueron inhabilitados: cuatro en la capital poblana (Bulevar Atlixco, Tres Cruces, calzada Zaragoza, y 25 Oriente). Uno más en San Pedro Cholula y otro en San Martín Texmelucan por no comprobar pesas en los dinamómetros y calibración que dieron un total de 56 líneas clausuradas.
El funcionario federal precisó que los hologramas que pudieron haber entregado esos centros pueden ser producto de resultados “no confiables”, por lo que los vehículos podrían llegar a verse obligados a asistir de nuevo a los centros de verificación a fin de avalar sus resultados con la maquinaria calibrada.
El secretario aseguró que es mentira que no existan empresas para calibrar las máquinas ya que son 20 las avaladas.
Profepa sí tiene facultades
Haro Bélchez aseguró que la dependencia a su cargo sí tiene las facultades para cerrar los verificentros que presenten irregularidades, ya que de acuerdo con el Artículo 170, Fracción I de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, la Profepa tiene la facultad de clausurar un bien o establecimiento que ponga en riesgo el ambiente o presente altos niveles de contaminación por su mala operación.
Señaló que los verificentros podrían hacerse acreedores a multas –por irregularidad– de hasta 50 mil salarios mínimos, es decir, 3.6 millones de pesos, así que un sólo centro podría tener entre 15 y 20 millones de pesos en multas.
Verificentros pueden cerrar voluntariamente, pero serán auditados
El propio Guillermo Haro aseguró que los dueños de los verificentros de los estados integrados a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) pueden cerrar sus puertas voluntariamente para no brindar el servicio si es que cuentan con una irregularidad, sin embargo, esto no los exime de la auditoría que está realizando la dependencia federal.
Afirmó que la Profepa seguirá con las visitas, aun cuando el centro esté cerrado voluntariamente, sin embargo, se volverá a planear la visita para auditar la maquinaria y el funcionamiento de los equipos y sistemas electrónicos que operan con la actualización del nuevo cable OBD2.
La Profepa anunció que en el mes de julio se visitarán 128 centros de los 447 que existen alrededor de toda la CAMe, es decir: Puebla, Ciudad de México, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México.
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Last modified: 11 julio, 2016
